El tamaño total del adulto varía entre 1,5 y 7 cm, según las especies. La longevidad es limitada, un año, probablemente como consecuencia de una elevada tasa metabólica, necesaria para su comportamiento "frenético". El crecimiento se produce a través de nueve instares (etapas entre mudas). Todo el cuerpo, también los apendices, está cubierto de pelos largos, rígidos y erectos, de función sensorial. Los más largos se insertan sobre los pedipalpos, y les sirven para tantear y probar el ambiente.
Son carnívoros voraces, que persiguen a la presa hasta sujetarla con los extremos adhesivos de sus pedipalpos, para lanzar luego rápidos y eficaces mordiscos de sus quelíceros. De esta manera son capaces de atrapar y devorar incluso presas armadas y potencialmente peligrosas, como escorpiones o avispas. A medida que despedazan la presa, la rocían con jugos digestivos, lo que facilita la posterior succión de los restos en una forma fluida; coinciden en esto con las arañas y otros arácnidos depredadores.
